Primero que nada, felicitaciones a los ganadores del evento, el cual se ve fue planeado para ser viral y ganarle a la Velada del Año, la cual no me he animado a ver.
Sin embargo, por los nombres del cartel y la curiosidad (morbo) de La Cotorrisa en los comentarios, pensé que si no me entretenían las peleas, lo harían los Cotorros. Pero durante el periodo en el que dejaban el escenario a los números musicales, la verdad, no fue de mi agrado.
Aun así, el fin de este artículo no es criticar a los artistas que se presentaron. Tengan o no talento, estuvieron ahí, hicieron lo suyo, y si a la gente le encantó o no, ese es otro tema.
El objetivo es tomar lo que anteriormente hemos venido hablando en este sitio, que es la otra cara de la moneda en el arte. Y si bien esto fue un evento deportivo amateur, es importante resaltar los elementos que se usan para equilibrar la industria con el arte, en este caso el deporte.
En esencia, la idea es un producto en toda la palabra: figuras polémicas y populares peleando entre sí, acompañadas de elementos populares, entre ellos la música, para crear una experiencia "premium".
Es como decir: me haré una botana VIP y usaré puras papas Sabritas y Chips, con música popular reproducida desde un iPhone. Por el simple hecho de usar marcas reconocidas, ya es "premium".
Sin embargo, no siempre lo "premium" es garantía de buena calidad. Como también lo hemos hablado aquí, la definición de "calidad" dependerá de la interpretación de cada quien. Se podía ver en el público que todo estaba hecho de los elementos básicos y populares en la cultura mexicana: comedia, polémica y madrazos.
Identificando los elementos, es fácil colocar a cada participante en cada uno de estos puntos. Aunque la música no es de mi agrado, creo que pudieron usar artistas más relevantes para darle un toque único. Incluso pudieron aprovechar para darle empuje a un artista nuevo, pero el hecho de querer alcanzar la viralidad rápidamente fue una buena estrategia: jugar a lo seguro.
En resumen, aunque desde mi punto de vista fue más industria que deporte, este es un claro ejemplo de que, cuando sabes identificar los elementos y los tienes a tu alcance, se puede llegar a la meta. Así como lo viral se vuelve algo fugaz, es un evento que dejará marca porque está registrado en internet, y no tanto por lo icónico del evento.
Aun así, cumplió su cometido, que es entretener. Para tu proyecto, identifica los elementos que funcionan en un entorno o verifica si encajan con lo que quieres proyectar. Prueba y ajusta según lo veas conveniente. Como tal, no salgas al final del show a realizar una encuesta de satisfacción, pero si conversa un poco con los asistentes, y verás que poco a poco tu proyecto tomará forma para las presentaciones en vivo.
El objetivo es equilibrar, y no siempre se logra. Así que no tengas miedo a inclinarte un poco más hacia un lado u otro entre industria y arte. De ambos aprenderás, pero no olvides que es para complementar y hacer sustentable un proyecto, no para convertirte en algo que no eres.