Es muy normal que al principio, para calar y calentar dentro de una banda, se toquen covers. Incluso es normal que en las primeras tocadas, el setlist sea solo de covers. Pero, ¿hasta qué punto está bien tocarlos? ¿Hay que dejar de tocar covers?
Como tal, no hay una regla que diga cuántos covers puedes tocar por show, pero lo ideal es primero, antes de unirte a una banda o iniciar una, definir cuál será el objetivo de la misma. Si es para sacar un dinero extra el fin de semana tocando en un bar, entonces tu vida en ese proyecto será de covers todo el tiempo.
Pero ya sea que tengas una banda o no, lo importante es definir a dónde quieres llegar con la música. Porque en este punto, un cover puede ayudarte a salir del anonimato, pero si tus canciones originales no están a la altura, puede ser contraproducente.
Lo que he visto que mejor funciona es hacer una canción a tal grado que tenga tu sonido o el de tu banda y parezca que es una más de tus composiciones, como lo es el caso de Land of Confusion con Disturbed, que es original de Genesis, o It's My Life de No Doubt, originalmente de Talk Talk. Podríamos seguir con una lista interminable a tal grado de decir "¡No sabía que era un cover!". Pero como esas bandas lo han hecho tan bien, no han tenido problema. Lo más importante es que, aunque tengan covers en su carrera, lo que más tienen son canciones propias.
Original VS Cover... ¿cuál prefieres?
Caer en un proyecto que quiere darse a conocer, con un sonido único, estética propia y setlist de covers, no te llevará muy lejos, aunque te puede dar algo de dinero si te mueves en bares o lugares adecuados.
Hay otras personas que hacen de los covers un negocio rentable, como las bandas tributo. Ellas toman las canciones y la estética de la banda en general y pueden ganar bastante dinero por presentación, pero olvídate de crear material propio, y si lo tienes, meterlo en un setlist de un proyecto así no servirá de mucho.
Tocar covers para crear contenido en tus redes, por otro lado, puede ser funcional para mantener activas tus cuentas, además de que puedes aprender mucho de cada canción que sacas, claro, si la analizas en su estructura y detalles, y no solo tocarla por tocar.
Así que tocar cover en un proyecto serio o medianamente serio tiene que ser una estrategia para atraer a la gente y que se quede a conocer tu música. Incluso al principio puedes alternar entre una original y un cover; de esa manera mantienes al público contigo.
Recuerdo un día que el baterista de la banda consiguió un espacio para tocar en la expo TNT (comics, anime, manga). Era una nueva alineación y aún no teníamos material propio, pero para un espacio de 30 minutos nos serviría para calentar motores y empezar a movernos. Sin embargo, la presentación fue un desastre, dejando de lado todas las cosas que pasaron, como que el otro guitarrista lo sacó su novia de la banda, que no teníamos vocalista y que a mí se me cerró la garganta días antes del show. Todo estuvo mal desde la selección de canciones: solo pensamos en nosotros y sacamos canciones que, si bien suenan bien, no son tan conocidas y menos en un evento de comics y anime. Sabiendo esto, sugerí que tocáramos canciones de openings de anime o soundtracks muy icónicos, pero fui ignorado y quedamos opacados por unas niñas que se subieron antes de nosotros a bailar coreografía de J-pop en atuendo de mukama.
Moraleja: tocar covers puede ser muy funcional y tentativo para empezar a moverte y sacar algo de dinero, pero a la larga, tocarlos sin una estrategia definida puede ser perjudicial, a tal grado de estancar el proyecto o desintegrarlo, como fue en mi caso.

