El dÃa de hoy les hablaré de mi experiencia en la plataforma DistroKid y de cómo funciona tanto para artistas independientes como para artistas ya consolidados, e incluso para músicos de mayor calibre.
La respuesta a si funciona es: sÃ. Sin embargo, tiene un pequeño gran defecto. La mayorÃa de quienes deciden usar este tipo de plataformas para publicar su música y darse a conocer lo hacen con el afán de tener una mejor presentación, ya que un artista que tiene sus pistas o canciones en Spotify u otra tienda digital suele proyectar más profesionalismo.
Sin embargo, algo que no todos tienen en cuenta es que DistroKid únicamente se encarga de distribuir tu música en todas estas plataformas y de recolectar las regalÃas. Incluso cuenta con una función para repartir automáticamente las ganancias entre varios miembros, lo cual es muy práctico porque no tienes que decidir al cobrar quién recibe qué porcentaje. Esto se puede configurar incluso por canción. Las ganancias, eso sÃ, tardan en reflejarse.
La cruda verdad es que, a pesar de que muchos dicen que se puede ganar un buen dinero (lo cual no es mentira, ya que la propiedad intelectual siempre tiene valor), para que realmente sea rentable tu música debe ser bien vendida. Y eso es algo que casi nadie menciona. DistroKid, en sus propios términos, aclara que ellos solo distribuyen, pero el marketing corre por tu cuenta. No te colocarán en playlists, ni harán promoción. Simplemente estarás en el catálogo y dependerá de ti hacer que tu música llegue a tu audiencia. Aquà está el gran fallo: la mayorÃa de artistas nuevos no saben cuánto paga Spotify por reproducción, y la verdad es que paga muy poco. Para obtener ingresos significativos, las reproducciones deben provenir de usuarios Premium.
Ejemplo: cuando se reproduce tu canción en una cuenta gratuita, Spotify suele insertar pistas de otros artistas o géneros, lo cual reduce tu impacto. En esta industria tan competitiva, compites contra grandes discográficas y artistas reconocidos. Para colmo, una reproducción que cuenta para pago debe provenir de un clic directo del usuario, no de la reproducción automática.
Lo frustrante: después de distribuir tu música y hacer marketing, te enfrentas a que tus canciones no logran tantas reproducciones como esperabas. ¡Mira el video!
ImagÃnate el tiempo que te toma escribir una canción, grabarla, producirla, hacer el arte, registrar el nombre de tu banda, registrar las canciones, pagar la licencia de distribución, hacer el marketing... y al final, cuando logras llegar a un público, ¡se reproducen canciones que no son tuyas! NO ME J0d@!!
En mi experiencia, después de un año de licencia con DistroKid y seis meses de publicación, mis ganancias totales fueron de menos de $1 USD, incluso con una estrategia básica de marketing. Mi promedio fue de 10 a 19 oyentes mensuales. Por eso, aunque DistroKid es económico (unos $20 USD al año para un artista), si no tienes una base sólida de fans, tus ingresos serán nulos.
No obstante, no todo es negativo. La plataforma también distribuye a TikTok y Facebook, lo cual puede ayudar si tienes buen contenido en esas redes. Además, pagando un extra, puedes dejar tus canciones “de por vida” en las plataformas, aunque cierres tu cuenta. Si no renuevas, retirarán tu música al finalizar tu licencia anual.
Ahora bien, comparando con otras opciones: SoundCloud permite monetizar pagando una mensualidad. Si logras buenos números, puedes cubrir esa mensualidad con tus propias ganancias. La ventaja frente a DistroKid es el control: puedes decidir cuándo quitar, mover o privatizar canciones, añadir links de compra o descargas, etc. En DistroKid, una vez subidas, el control es mÃnimo.
En mi caso, ni siquiera con 7,000 suscriptores en YouTube, 4,000 en Instagram, 2,000 en Twitter y medio millón de reproducciones en SoundCloud logré ingresos significativos en Spotify: menos de $1 USD. Incluso compras legÃtimas de mis canciones en Google Play Music nunca se reflejaron en el panel de DistroKid. Probablemente, como en YouTube, las plataformas tengan un mÃnimo de pago para liberar las regalÃas.
Conclusión: DistroKid funciona si ya tienes una base sólida de fans que te sigan en todas partes. Pero si no es tu caso, es mejor empezar con plataformas gratuitas como YouTube o SoundCloud, probar qué canciones funcionan y luego decidir si invertir. Como artista independiente, debes verte a ti mismo como una marca y una empresa. Necesitas estrategia, marketing, imagen y constancia. Si no haces números y no planeas, tu proyecto puede no sostenerse.
Recuerda: no está mal cobrar por lo que haces con pasión y calidad. Lo que está mal es regalar tu trabajo sin la retribución que mereces. Asà que toma decisiones frÃas, haz pruebas y, como dijo Einstein: “No fracasé 999 veces, solo descubrà 999 formas de cómo no hacerlo”.

